Ha bajado a presentarse. Como en las pelis americanas y eso, sí. He estado a punto de preguntarle dónde se había dejado la tarta de manzana pero no estaba seguro de que pillara a la de ya el extraño humor que me caracteriza y recordemos que no hay una segunda oportunidad para dar una primera impresión.
Es morena y tiene los ojos negros.
Está tremenda, la verdad.
- ¿Tienes un gatito?
- Errr..., sí, pero...
- ¡Me encantan los gatos! Son tan... abrazables.
- ... a mí también.
He estado a punto (otra vez) de decirle que dudaba de que la palabra "abrazable" existiera en el diccionario que tenemos el resto de los seres humanos normales o en cualquier diccionario en definitiva pero... ¿he dicho ya que está TREMENDA?
- Med, te presento a...
- Mónica (sonrisa).
- Un placer, Mónica (sonrisa). Yo soy ÁlEX (sonrisa) y
- Bueno, ya sabes dónde estoy, ÁlEX. Y tú también princesa (le dice a Med mientras acaricia dulcemente al montón de pelo blanco al cual yo soy alérgico y odio a partes iguales).
- Lo mismo digo, Mónica, si alguna vez quieres sal,
Y se ha ido.
Dejándome a ocho escalones del cielo.
Justo los que me llevan a su casa.
¡Gracias por abandonar también a Med... Miriam! (¿Miriam?)
¿Cómo coño se llamaba la pelirroja aquélla abandonahombres (y gatos)...?