¿La gata? ¿qué gata, Gordi?, ah... éso. Sigue viva también. Creo. (¿Por qué coño te haces llamar "gordi"? dicho sea de paso). 456.
Jota, con lo narcisista que eres, bloguerilmente hablando, me extraña que no hayas enlazado tu blog para que te chupen la polla. (Bloguerilmente también, digo). Jeh.
Como dato...
ResponderEliminarY ¿qué tal la gata?
ResponderEliminarQue post más intenso. Es de lo mejorcito que he leído últimamente por la red, jeh.
ResponderEliminarComo dato está del carajo, Ana.
ResponderEliminar¿La gata? ¿qué gata, Gordi?, ah... éso. Sigue viva también.
Creo.
(¿Por qué coño te haces llamar "gordi"? dicho sea de paso).
456.
Jota, con lo narcisista que eres, bloguerilmente hablando, me extraña que no hayas enlazado tu blog para que te chupen la polla.
(Bloguerilmente también, digo).
Jeh.
Me alegro que siga vivo, es todo un dato rebelador...
ResponderEliminarY la acosadora? sigue acosandole?
Lo que sí es reVelador, Sophia, es que me llames de usted.
ResponderEliminarNo seré yo quien me reBele ante semejante hecho, dicho sea de paso.