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Hoy le he dado a Med una lata de comida para perros. Exactamente albóndigas no sé qué.
No me he fijado en el Super en que en la etiqueta de la lata no venía un lindo gatito sino un pastor alemán.
Evidentemente ha sido sin querer.
Creo.

Med, evidentemente también, no se ha comido las jodidas albóndigas. Era de esperar. Recordemos que Med es mujer y que las mujeres son bastante predecibles.
Algunas.
La mayoría.
Lo sorprendente hubiera sido que la puta gata se las hubiera comido.
En su defecto, se ha limitado a acercarse al plato, olerlo desde lejos, mirarme, mirar el plato, volver a mirarme a mí e irse tranquilamente por donde ha aparecido un minuto antes. De la nada.
Es lo que tienen los gatos, que son unos auténticos expertos en hacerte sentir como la última mierda del universo.

Med se cree que lo he hecho queriendo.
Pero ha sido sin querer.



Creo.

5 comentarios:

  1. Quizás Med también te hizo sentir así sin querer.
    ¿No crees?

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  2. Med se pasa de exquisita. Yo he comido albóndigas (y creo que de esas) en el curro, que realmente daban ascazo, pero no se puede ser tan sumamente divina.Sin duda la corona le viene de perlas.

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  3. Creo que en el fondo estás encantado con tu gata ;)

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  4. Errrr..., ¿en qué curras, Ana, cielo?

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  5. trabaja en Mr guau... XD Lo siento es por sacarle hierro al asunto, no he podido evitarlo.

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